El Señor sale al encuentro
Reflexión
Quédate con nosotros, porque ya es tarde y está anocheciendo... Lc. 24,29
Queridas familias:
En tiempos difíciles como los que nos tocan afrontar, unimos nuestras súplicas a la de los discípulos de Emaús: “Quédate con nosotros, porque ya es tarde y está anocheciendo” La Palabra continúa diciendo: “Y entró para quedarse con ellos”
El Señor sale al encuentro del hombre. Le sale delante. Lo “primerea”, en palabras del Papa Francisco. Lo acompaña en su caminar y provoca el diálogo: “¿De qué venían hablando en el camino?, con su pregunta apunta directamente a los corazones.
Y a nosotros… ¿Qué inquieta nuestro interior? ¿Qué nos preocupa?
Seguramente ante la pregunta, de nuestro corazón brotan nuestras preocupaciones, nuestros temores, nuestras ansiedades...
Él conoce nuestro interior, nuestras necesidades, nuestras dificultades, y con corazón generoso vuelve sus ojos misericordiosos hacia nosotros. Sólo en su compañía nuestro corazón se siente saciado.
¡Cuán bello es el Señor! ¡Cuán misericordioso es su corazón!
Por ello debemos animarnos, con sincera humildad, a compartir con Jesús toda nuestra intimidad. Ahí, en lo secreto y profundo de nuestro corazón Él nos espera...
Hoy nos congregamos en torno de Jesús, Verbo Encarnado, para que en el encuentro íntimo, seamos colmados plenamente con su amor de Padre y de amigo fiel.
Oración.
Jesús, Tú conoces mejor que nadie nuestras debilidades.
Ayúdanos a perseverar siempre en la fidelidad y la santidad.
Que este momento de oración e intimidad contigo, renueve nuestro amor hacia Ti.
Madre Santísima, alcanza con tus manos bondadosas, estas súplicas a tu amado Hijo.
Ayúdanos a descubrir la verdadera y plena felicidad en el cumplimiento de la voluntad divina. Amén!